La Corrida de Día de Muertos en Pachuca, Hidalgo, se llevó a cabo en formato goyesco, lo cual le dio un sello especial a la plaza Vicente Segura, en la capital hidalguense, cuyas tablas e interiores fueros decorados como motivos alusivos a estas fiestas tradicionales de nuestro país, como las calaveras que cubrían el callejón. En ese ambiente, José Mauricio se fue por delante al cuajar dos soberbias faenas que le valieron para cortar dos trofeos a cada toro, pues ambos se prestaron para su lucimiento.
Los diestros de a pie lidiaron un encierro de la ganadería El Salitrillo. Dichos ejemplares cumplieron en presentación y dieron juego desigual. Destacó el lote que correspondió a José Mauricio.
Precisamente, José Mauricio cortó dos orejas a su estupendo primer toro al que ejecutó una faena con sentimiento en base a series de muletazos por ambos pirones que siempre abrochó con detalles de pinturería. Tras la estocada certera y con los apéndices en mano, invitó al ganadero José Luis Alatorre a saludar en el tercio.
La historia se repitió con su segundo, pues enloqueció a los aficionados con sus pasajes de toreo a la mexicana, en los que tiró del burel para desplazarlo con temple y hondura. Luego de darle muerte y de recibir otros dos apéndices, recorrió el anillo al lado del propio Alatorre y del ganadero de La Joya, José Antonio González, propietario de la dehesa con cuyos ejemplares se fundó El Salitrillo.
Abrió el festejo el rejoneador Fauro Aloi, ante un novillo de Rancho Seco, que de salida presentó algunas complicaciones para el toreo a caballo, sin embargo, la buena monta y el manejo de técnica que le dio Aloi, le permitieron realizar una faena que fue al alza.
Utilizó a los siguientes caballos de su cuadra: abrió con Manili; en banderillas; al quiebro se decantó por Atila y Aramis; para banderillas cortas y para colocar medio rejón de muerte, empleó a Aznavour. Cortó una valiosa oreja. Los Forcados Amadores de México compartieron con Fauro la vuelta al ruedo tras buena pega.
Pocas opciones brindaron los de Salitrillo a Joselito Adame y a Ernesto Javier “Calita”. Sin embargo, Adame les cuajó faenas muy interesantes a ambos que fueron aclamadas por el público, pero falló con la espada y dejó escapar un triunfo importante. El último toro, que correspondió a Calita fue el lunar del encierro y le complicó entrar a matar por lo que recibió un aviso. En el otro estuvo valiente y sacó agua del pozo.
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Torero y ganaderos se fundieron en el triunfo y también en la vuelta al ruedo. / FOTO: CORTESÍA ÁNGEL SAINOS
