El matador Diego Silveti tomó parte en el cerrojazo de la feria de Tovar, Venezuela, donde cortó una oreja, al igual que el diestro Fabio Castañeda, con lo cual, el Coliseo, bajó la cortina y volverá a tener actividad hasta el año entrante.
La corrida brindó un homenaje póstumo al ganadero don Hugo Domingo Molina, por lo que los toros de las dehesas de su propiedad: El Prado y Rancho Grande, lucieron divisa en color negro, en señal de luto.
Silveti que fue el único torero mexicano en tomar parte en ese prestigioso ciclo, además defendía el blasón de triunfador de la más reciente edición del serial, efectuado antes de la pandemia, donde además, recibió el trofeo a la mejor faena, por lo que salió con decisión a defender ese sitio, ante ambos toros de su lote, los cuales no le proporcionaron facilidades para ejecutar el toreo. A saber: al segundo astado, le cortó una oreja, luego de una nutrida petición del público para que se le otorgara la otra, y con el quinto, perdió el trofeo, tras haberse puesto pesado al oficiar con la espada.
Su primera faena contó con estructura y personalidad, a un toro que fue al engaño, pero sin terminar de romper. Lo recibió con verónicas, luego un quite por ajustadas gaoneras que remató con una revolera. Luego vino una tanda de estatutarios y los pasajes por ambos pitones del toro, pero lo mejor de la tarde lo cuajó por el izquierdo, con una serie de naturales templados. Tras las bernardinas, despachó con una valiente estocada recibiendo para hacer que el toro doblara sin puntilla y de ese modo obtener el apéndice, entre la protesta del público que solicitaba se le entregara el segundo.
Al quinto le plasmó tafalleras y revoleras. Esa labor contó con paciencia y técnica para ir ligando los pases uno por uno, ya que el animal tuvo poco gas por lo que terminó reculando, lo que incidió para que se complicara la ejecución de la estocada, se alargó esa parte de la lidia, incluso el mexicano recibió un aviso, hasta que finalmente lo despachó frente a toriles, de una estocada entera.
Castañeda se encontró sin materia para triunfar, el tercer toro resultó complicado. Con el último lo intentó de todo, ante un toro que tuvo poco fondo en su búsqueda por lograr el triunfo, se tiró a matar sin muleta, logró una estocada entera completada con un descabello, para cortar una oreja.
El español Miguel Ángel Perera no tuvo opciones en su lote y recurrió a regalar otro ejemplar, sin embargo, tampoco funcionó.
El balance final fue: Toros de El Prado y Rancho Grande y uno de regalo de El Capiro. Miguel Angel Perera: silencio, silencio y aplausos; Diego Silveti: oreja y aplausos tras aviso; y, Fabio Castañeda, aplausos tras aviso y oreja.
Diego regresa a nuestro país para la jornada de Fiestas Patrias, donde toreará el San Miguel de Allende, Guanajuato, este viernes 16 de septiembre.
PIE:El diestro de dinastía continúa afianzándose en el gusto de la afición tovareña. / FOTO: CORTESÍA