Padres e hijos son espejos en los que cada uno devuelve algo de la imagen del otro y en la persona del diestro Arturo Macías, se cumple la máxima, al lado de sus dos hijos: Sofía y Arturo.
El torero hidrocálido se abrió de capa para darnos la confianza de expresar sus sentimientos en torno al Día del Padre: “Desde que era muy joven, uno de los sueños de mi vida era convertirme en papá. Desconozco si se debe a la pérdida de mi padre, cuando yo era muy niño pero desde chico me encantaban los niños, siempre fui muy ‘niñero’ y soñé con crear mi propia familia. Lo pude conseguir al encontrar a la mujer más extraordinaria del mundo, quien ahora es la madre de mis hijos. Juntos procreamos la familia tan bonita que tenemos. Tengo a mi hija: Lucía, de nueve años y un hijo; Arturo, de seis años”.
Al respecto consideró: “El ser papá es hasta el momento la mejor faena de mi vida. Los días del nacimiento de mis hijos quedaron clavados en mi alma y han sido los más felices de mi vida. Curiosamente, en ambos nacimientos me encontraba corneado. Las dos ocasiones, un día antes del parto sufrí una cornada. Ellos nacieron por cesárea, así que tanto mi esposa como yo ´estábamos heridos´ cuando ellos vinieron al mundo. Se trata de una anécdota taurina que quiero mencionar”.
Se refirió también al ser amado que le dio la vida: “Tuve un gran padre, desgraciadamente lo tuve por muy poco tiempo pues murió cuando yo tenía ocho años. La primera vez que toreé en la vida fue a su vera, con una becerrita. A los pocos meses tuvo un accidente de tráfico y ya no pudo estar con nosotros”.
Arturo se sinceró: “Me encanta ser papá. Siento que soy un buen papá ya que independientemente de la cercanía que tengo con ellos, los educo, les enseño del mundo, pues para ser papá no sólo es necesario tener un hijo, sino hay que estar presente ahí en las distintas etapas de su vida, hay que darles amor, tiempo, concentrarte en ellos, darles importancia, demostrarles lo que valen para ti”.
Finalmente apuntó: “Cuando tuve a mis dos hijos, los primeros días han influido en mi desempeño ya que me costaba trabajo el salir de casa, aunque rápidamente, los dos se convirtieron en un mi mayor motivación para irme a participar en las corridas, para arrimarme y para seguir creciendo en mi profesión como torero”.
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El torero de Aguascalientes, departió con alegría al lado de su hijo Arturo, el pasado noviembre. / FOTO: ARCHIVO PERSONAL DE ARTURO MACÍAS