Marysol Fragoso Sosa

Triunfal en el mano a mano de El Rocío

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Resulto brillante y vibrante la corrida nocturna en la que los rejoneadores Diego Ventura y Andrés Romero se repartieron un total de siete orejas y dos rabos; siendo Ventura el que se impuso en el corte de apéndices al totalizar cuatro orejas y rabo, por tres y un rabo, de Romero, ante Toros de Guiomar Cortés Moura.

Fue otra actuación mágica en la campaña del XXV aniversario del rejoneador de la Puebla del Rio, pero, sin duda al tratarse de El Rocío fue doblemente mágica. El escenario lo predispone todo. El ambiente, la expectación de la gente, la alegría de ir a los toros, la plaza llena, la luz, el calor, el color, la aureola especial que lo engalana todo. Y en ese contexto, el mago del rejoneo se siente en su territorio y obra la felicidad plena de la gente con su manera de interpretar el toreo.

Diego Ventura cortó las dos orejas y el rabo al primer toro de su lote, como todos, de María Guiomar Cortés de Moura. Lo recibió a portagayola con la garrocha a lomos de Generoso y consiguió encelar al burel en el palo, con el que ya fue marcando el ritmo que quería para la embestida. Esa que acarició como hipnotizada con Nómada toreando de costado, tan por dentro que casi barbeaba las tablas de la plaza entre la ovación creciente de la gente entregada.

Ventura se fue por dentro, galopó a dos pistas, hizo la hermosina y clavó con esa plasticidad pura. ConNivaldo, citó a escasos dos metros y clavó en quiebros inverosímiles por inmóviles, porque toda la acción de la suerte sucedía donde parecía no caber. Tras un carrusel de cortas de ligazón exacta, dejó el cigarrero un par a dos manos con Guadiana sin cabezada de una tremenda pureza. Mató por arriba y se alzó con los máximos trofeos.

Otros dos apéndices logró Diego, del segundo de su lote, al que le faltó celo, que esperaba y que luego reaccionaba arreando cuando la cabalgadura de llegaba. Esa incertidumbre multiplicó el mérito de las banderillas al quiebro con Fino, perdiéndole pasos al toro, dejándoselo venir para luego reaccionar y volcarse en el corazón mismo de la reunión. Con Bronce hizo ese equilibrismo tan suyo toreando sobre el alambre de los espacios exiguos.

Tan a gusto estaba Diego que, incluso, toreó desde el caballo con la muleta en un alarde de dominio total de la embestida de su oponente. Puso cortas al violín y dos rosas con Guadiana en lo que abarca una moneda de un euro y sólo tener que utilizar el descabello le privó de cortar su segundo rabo de la noche.

Dos orejas y rabo fueron para Andrés Romero, ante el cuarto. Gran faena del onubense a un toro bravo que se empleó con raza y con motor. Antes Romero cortó un trofeo del segundo astado. 

El balance final fue:

SÁBADO 19 DE AGOSTO 2023

Aldea de El Rocío, Huelva, España. Corrida nocturna. Mano a mano. Lleno. Toros de Guiomar Cortés Moura.

Diego Ventura: dos orejas y rabo y dos orejas.

Andrés Romero: oreja y dos orejas y rabo.

Foto: Info Diego Ventura / cortesía

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