El mano a mano entre “El Juli” y Diego Silveti ante un encierro de Mimiahuapam logró que se agotaran los boletos para la tradicional Corrida de la Revolución, en Irapuato, Guanajuato. En el ruedo se desbordó el toreo de arte. El Juli indultó al quinto ejemplar llamado “Carmelo”, mientras que Diego Silveti cortó tres orejas, a razón de dos del cuarto y una del último.
Con ello, ambos espadas firmaron un fin de semana importantísimo dado que en Monterrey también bordaron el toreo, a razón de una oreja para el hispano y dos para el mexicano, en una corrida en la que alternaron con “El Payo”, quien cortó dos apéndices.
Volviendo a Irapuato, Julián demostró su maestría con tres faenas de diferente corte, respondiendo a las condiciones de cada toro, donde por haber pinchado a sus dos primeros perdió las orejas.
Un faenón de locura fue el que realizó con “Carmelo”, de Mimiahuapam, que puso a la afición en ebullición total. La petición de indulto se inició cuando Juli se rompió en derechazos de mano baja e interminables, hasta llegar a conseguir el perdón de la vida para ese gran toro y para él como diestro, reafirmar su sitio de figurón del toreo.
El actual exponente de la Dinastía Silveti eslabonó tres trasteos con parsimonia, gusto y profundidad. A su primero lo pinchó en tres ocasiones perdiendo las dos orejas. A su segundo le hizo una faena llena de emoción y dimensión, con muletazos llenos de temple y mano baja. Estocada hasta las cintas, y a sus manos llegaron las dos orejas.
En el sexto volvió a conseguir una gran faena, después de un pinchazo consiguió la estocada completa y vino otra oreja, para completar un gran triunfo de consagración.
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A hombros salieron “El Juli” y Diego Silveti del coso Revolución en Irapuato. / FOTO: CORTESÍA DIEGO SILVETI
