Ni el matador Alejandro Talavante ni el futbolista Sergio Ramos recuerdan con exactitud la fecha en que empezaron su amistad pero hasta hoy se mantienen unidos y cuando cada uno puede, acude a presenciar las participaciones del otro en sus respectivos deportes. Ahora que cada cual necesitaba apartarse de la vorágine de la fama, se reunieron en la ganadería que el torero tiene en Olivenza, provincia de Badajoz.
Sergio Ramos requería poner distancia con el mundo tras los avatares que se generaron al darse a conocer su próxima salida del Real Madrid, por lo que acudió una jornada campera al lado de Alejandro Talavante.
“Cuando niño, iba con mi padre a ver jugar al Real Madrid y luego practiqué futbol, pero una vez me llevaron a ver torear a José Tomas, decidí convertirme en torero, aunque nunca he dejado de ser un madridista y de reconocer la calidad de los futbolistas”, dijo Alejandro.
“Siempre he sido muy afín al mundo de los toros pues mis abuelos fueron muy aficionados al toreo y me encantó desde pequeño, pero cuando crecí, elegí el futbol, aunque no deja de seducirme la profesión del torero, contó Ramos: “Un amigo común me invitó a ver torear a Alejandro, por iniciativa del propio matador y luego, en correspondencia, lo invité a un juego en el Santiago Bernabéu (estadio). Así empezó la amistad y somos como hermanos, pues siempre he creído que el fútbol, el flamenco y los toros son deporte-cultura o cultura-deporte, por eso van de la mano por caminos distintos pero siempre acaban por cruzarse”, agregó.
Dichas afirmaciones las hicieron en 2016, al programa El Larguero que luego que el equipo merengue ganó la Liga de Campeons los reunió en el vestuario del equipo. El paso de los años los llevó a prolongar la amistad hasta sus respectivas familias y las lecciones de toreo que Talavante dio a Ramos reafirmaron su pacto de hermanos.
“Cuando hablo con Sergio, disfruto al intentar explicarle las sensaciones que provoca en un torero cada vez que ejecuta un lance o un muletazo. Cuando he tenido alguna tarde mala, pienso: ‘Joder, porque no fui futbolista como él’, porque mi profesión es muy individualista y mucho peso cae sobre uno, pero cuando llegan las buenas, la verdad es que no me cambio por nadie. Me llama la atención las inquietudes artísticas que Sergio tiene por resolver”, estableció el diestro nacido hace 33 años.
“Cuando tengo días libres siento la necesidad de tirar para el campo pues amo la naturaleza, amo la silueta del toro y del caballo; todo eso conlleva a la profesión del toreo y está en la finca del matador, vengo para acá para disfrutar. Tal vez un día cambiaría de profesión con él, pero que fuera en una tarde sin compromisos ni cornadas”, contó el futbolista, de 35 años de edad, nacido en Camas, en el mismo lugar donde vieron la luz dos figuras del toreo: Curro Romero y Paco Camino.
Reconocieron que se angustian cuando al otro no le van bien dentro o fuera del ruedo o de la cancha: “Cuando lo he visto torear y le pegan una voltereta, me pega un pellizco en el corazón…», dijo Sergio, en tanto: “Sufro cuando no le va bien en la cancha pero tengo fe en él y la esperanza de que siempre va a remontar», concluyó Alejandro.
FOTO: INSTAGRAN DE ALEJANDRO TALAVANTE