El diestro español Juan Ortega cortó sendas orejas este domingo 28 de abril durante la Feria de San Marcos en Aguascalientes. Arturo Saldívar y Héctor Gutiérrez, derrocharon valor y entrega en todo momento, aunque sus fallos con la espada les privaron de haber cortado oreja alguna, ante un encierro medido de raza y poco juego, en una corrida en la que se regalaron dos toros: séptimo para Saldívar y octavo para Ortega, ante el cual el sevillano obtuvo el segundo trofeo, mismo que le abrió la Puerta Grande.
El matador Arturo Saldívar, apoderado por Don Bull Productions, firmó a su paso por la Feria de San Marcos en Aguascalientes, una tarde con valentía serena, manejo de la técnica y del oficio que le redituaron faenas de calidad, mismas que infortunadamente malogró con el acero, ante tres toros de Begoña.
La faena al primer toro fue meritoria ya que tuvo que ligar los templados muletazos, poco a poco, a media altura. Su labor lo llevó a conseguir del toro hasta un par de redondos invertidos. Tres cuartos de estocada y el empleo del descabello, lo hicieron perder la oreja, al final fue ovacionado, tras un aviso.
El cuarto toro fue tardo en su embestida y terminó aplomado en la arena, por ello, optó por obsequiar otro astado al que le apostó muy fuerte para cuajarle una faena con conocimiento y entrega a toda prueba, pero, nuevamente, se puso pesado con el acero y perdió el trofeo que ya se había ganado.
Juan Ortega con la oreja obtenida del segundo toro que manseó pero permitió al lidiador gustarse con capote y muleta.
Las verónicas de recibo, la media del remate, el quite por chicuelinas… temple de seda, fidelidad a un concepto que de inmediato captó la sensibilidad del público, que siguió con mucho interés el comienzo de la faena, con la pierna de salida flexionada, tratando de sujetar al de Begoña.
Y luego vinieron los trazos limpios, cadenciosos, profundos muletazos de cada tanda Una estocada eficaz fue el colofón de aquella obra, El quinto, un toro alto y corpulento, por lo que Ortega de una forma solvente lo despachó.
El octavo –segundo de regalo, con el hierro de San Miguel de Mimiahuapam– tuvo mejores hechuras y noble juego, que aprovechó el hispano para ligar cadenciosos pasajes con la muleta y luego con habilidad lo finiquitó de otro espadazo.
Héctor Gutiérrez apostó con valentía y coraje durante la tarde de reaparición de la grave cornada que sufrió en La México, se la jugó en ambos toros ante el escaso juego que tuvo su lote. No redondeó con la espada ninguno d e sus meritorios trasteos.
El resultado fue el siguiente:
Aguascalientes. Plaza Monumental. Media entrada, en tarde calurosa. Seis toros de Begoña (séptimo, como regalo) y dos de San Miguel de Mimiahuapam (sexto y octavo éste como regalo), bien presentados, nobles, pero de poca raza y transmisión.
Arturo Saldívar:
Silencio tras aviso en su lote y ovación en el de regalo
Juan Ortega:
Oreja, silencio y oreja en el de regalo
Héctor Gutiérrez:
Silencio y palmas.
Incidencias: el banderillero Héctor García y el aspirante Yael Sánchez, que saludaron en el tercio.
Foto: Cortesía Serial Taurino Aguascalientes