EL NOVILLERO HIDROCÁLIDO FIRMÓ UNA DIGNA ACTUACIÓN QUE NO REDONDEÓ CON ESPADA Y DESCABELLO
La entrega y la disposición que el mexicano Alejandro Adame mostró durante su presentación como novillero con picadores en la plaza Las Ventas de Madrid, España, fue lo más destacado del festejo en el marco de la Feria de Otoño.
De haber despachado al tercer novillo del descastado encierro de López Gibaja, de manera contundente este hidrocálido habría cortado una oreja, misma que se le escapó de las manos tras haberla ganado a ley, al tener que usar el descabello. No obstante, firmó una actuación con dignidad.
Precisamente, a ese tercer ejemplar, número 44, de nombre «Une Labios», fue el más pesado del encierro, con 516 kilos, lo recibió con seguridad con el capote y luego tragó mucho en cada serie con la muleta para ligar los pases.
Se mostró asentado, destacó naturales de excelente factura, corriendo la mano con firmeza y criterio. Hubo trincherillas que realizó con sentimiento. El final por alto tuvo, sobre todo, intención. La estocada no fue suficiente para que el animal rodara y el uso del descabello fue desacertado, lo que le impidió pasear una oreja.
Enfrentó al último novillo que desarrolló un comportamiento áspero y a la defensiva. El menor de los Adame lo brindó al matador de toros Eulalio López Zotoluco y al ganadero Don Pepe Marrón. Apostó fuerte pero el toro no colaboró, entonces lo sacó a los medios, donde comprobó la poca raza del animal que terminó por pararse. De nueva cuenta, estuvo desacertado con los aceros. Alejandro alternó con Alejandro Fermín e Ignacio Olmos, quienes fueron silenciados en ambos turnos.
El balance final fue: Plaza de toros de Las Ventas. Novillos de López Gibaja. Alejandro Fermín, silencio en su lote; Ignacio Olmos, silencio en ambos; y el mexicano Alejandro Adame, ovación y silencio.
MORANTE; DOS
OREJAS EN SEVILLA
Mientras tanto en La Maestranza de Sevilla Morante de la Puebla fue el triunfador. La reseña fue: Localidades agotadas. Toros de Juan Pedro Domecq. Morante de la Puebla, palmas y dos orejas; Juan Ortega, ovación en su lote; y, Roca Rey, ovación y silencio.
PIE:
Apostó con valentía Alejandro Adame pero no remató su labor con la espada. / FOTO: CORTESÍA LAS.VENTAS .COM/ PLAZA 1
