La celebración de la novillada nocturna en la Monumental Plaza México, en el marco del primero de los festejos de la Feria de Aniversario 75-76 tuvo como único triunfador al torero lagunero Arturo Gilio quien con una actuación redonda, seria, con entrega y emotividad, se labró un balance de vuelta al ruedo ante el tercer novillo, luego de un pinchazo y tres cuartos de estocada, misma que hizo doblar al astado sin puntilla y este fue premiado con arrastre lento; además, sumó dos orejas en el sexto, para hacerse merecedor de la salida en hombros.
Por su parte, el hidrocálido Alejandro Adame, se vio desdibujado, con el primero y cumplió en el cuarto, mientras que el jalisciense Julián Garibay, mostró vocación y ambición, se llevó un fuerte golpe en el pecho, que le propinó el quinto, su balance fue silencio tras aviso, en ambos, lo cual, no refleja la buena actuación que logró.
La novillada arrancó entre un ambiente en el que se sentía tristeza y se percibía consternación, los aficionados de la Monumental Plaza México, despidieron simbólicamente, con un cariñoso minuto de aplausos, a Don Alberto Baillères González, cuyo fallecimiento caló hondo en las esferas del mundo taurino del que fue un pilar a lo largo de su prolífica vida.
Tras haber sonado las notas del pasodoble Cielo Andaluz y antes de que se lidiara el encierro de la ganadería Núñez Del Olmo, los novilleros Alejandro Adame, Julián Garibay y Arturo Gilio, cruzaron el ruedo, se detuvieron a unos dos metros de la barrera y escucharon la petición que el juez Enrique Braun hizo por medio de la megafonía para que se desgranaran las palmas en honor a Don Alberto, impulsor como pocos de la tauromaquia.
El balance final del festejo fue: Novillos de Núñez del Olmo, con arrastre lento al tercero, para Alejandro Adame, silencio en su lote; Julián Garibay, silencio tras aviso, en su lote; y, Arturo Gilio, vuelta y dos orejas. Vuelta al ruedo de los ganaderos Enrique Núñez y Mario del Olmo, al término de la lidia del sexto. Arturo Gilio salió en hombros.
Pie:
Cayó de pie Arturo Gilio en el máximo coso de América. / FOTO: CORTESÍA HUMBERT GARCÍA