Con una actuación cabal y digna, así como con una extensa y dolorosa cornada, el mexicano Artro Gilio llevó a cabo su debut en la máxima plaza mundial: Las Ventas, de Madrid, en el marco incomparable de la feria de San Isidro, donde, durante la lidia del quinto ejemplar del encierro, resultó herido de pronóstico grave, en el muslo izquierdo.
El novillero nacido en Torreón, Coahuila, llevó a cabo dos faenas con buena estructura, variedad y clase, ello, previo al percance. Su presentación en el ruedo venteño ejecutó ante el novillo llamado Cobrador, de la ganadería Los Maños, número 86, con 495 kilos, lidiado como segundo de la tarde, con el que ejecutó una faena notable, que le fue premiada con ovación en el tercio, luego de haber despachado al primer viaje con el acero, con estocada trasera.
Con hechuras más serias resultó el quinto, que a la postre hirió al lagunero.
Dicho ejemplar, bautizado como Tostadito, número 51, con 519 kilos, también dio pie para que el mexicano luciera con pases reposados y de mano muy baja. con gran transmisión por ambos pitones. Cuando ejecutaba una serie de manoletinas, el ejemplar lo prendió por la pantorrilla izquierda, donde quedó en vilo, luego lo soltó y al siguiente instante lo volvió a prender, lo lanzó por los aires y cuando cayó, buscó hacerle daño en varias ocasiones cuando se encontraba sobre la arena, hecho un ovillo y los elementos de la cuadrilla buscaban sacarlo de este terreno comprometido, cuando lo consiguieron, de inmediato fue trasladado a la enfermería. El novillo fue despachado por su compañero de cartel, Carlos Dominguez.
Más tarde, fue trasladado a la clínica La Fraternidad, donde se recuperará. El parte médico emitido establece lo siguiente: “Herida por asta de toro, con orificio de entrada en la cara postero interna del tercio inferior de la pierna izquierda con una trayectoria de 25 centímetros, que produce destrozos en tejido celular subcutáneo y presenta orificio de salida en cara posterior de dicha pierna. Pronóstico grave”. Firma el doctor Máximo García Leirado.
Arturo se fue al hule, dejando en los aficionados gran sabor, en especial, con su su primera faena en la que recibió al novillo con una combinación de ajustados lances que incluyó: saltilleras y gaoneras, rematadas con una revolera.
El burel tomó la muleta del de Torreón con fijeza y prontitud, desde la tanda de pases por bajo con la que inició el último tercio. Su sello fue el temple y la lentitud con las que ligó pasajes por ambos pitones en las que el ejemplar embistió muy humillado, con lo que dejó sus créditos al alza.El balance final fue: Primera novillada de la Feria de San Isidro. Encierro de la ganadería Los Maños, bien presentados. Pesos: 501, 495, 505, 522, 519 y 527 kilos. Carlos Domínguez: Silencio tras aviso, silencio y palmas; Arturo Gilio, Ovación tras aviso en el único que mató; y, Guillermo García Silencio y silencio tras aviso.
PIE DE FOTO: En vilo quedó el novillero lagunero del pitón del toro Tostadito, quinto del festejo. / FOTOS: CORTESÍA NTR TOROS MANOLO BRIONES
