POR MARYSOL FRAGOSO
El eje de esta corrida en la Monumental Plaza México fue el toro de lidia: un gran encierro del ganadero Sergio Hernández para celebrar el centenario de Rancho Seco que propició el triunfo de los toreros.
Se debe contabilizar arrastre lento para los toros lidiados en tercero y cuarto turnos, y ovación (que debió haber sido arrastre lento, pero al juez le pasó de noche para el primero bis y el quinto; se dejó el segundo; y el sexto no se prestó.
Con esa materia prima triunfaron: Diego Sánchez, con una faena estética con el sello del temple que caracteriza a esa familia de toreros; gracias a lo cual cortó dos orejas al cuarto y se ganó un sitio en la corrida del próximo domingo 20; Gerardo Adame, con una labor completa y rematada de estocada, para un apéndice; mismo premio obtuvo Gerardo Adame, por un trasteo con entrega.
José María Hermosillo con el menos potable del encierro ejecutó una labor de pundonor y valentía que le honra, para dar vuelta al ruedo, después de un pinchazo. A pesar de su voluntad a Juan Fernando se le fue inédito uno de los mejores toros del encierro y Juan Luis Silis acusó la falta de rodaje ante un ejemplar de gran nobleza.
Entre la lidia de segundo y el tercero, cuatro antitaurinos intenteraron lanzarse al ruedo, sólo dos los consiguieron; uno con corte mohicano y otro con casco de jugador de rugby, el cual en el torso desnudo mostró sus consignas contra la fiesta brava.
Pie principal:
Diego Sánchez cortó dos orejas y se ganó un sitio en la corrida del próximo domingo 20. / FOTO: CORTESÍA LA PLAZA MÉXICO