Alemania ha sido el hogar del mexicano Edgar Alejandro Rivera Morales, desde hace seis años, país donde ha potenciado sus habilidades en el salto de altura, con el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, segunda justa veraniega de su carrera; un sueño que cristalizó de la mano de su entrenador germano Wolfgang Ritzdorf.
Tras una temporada atípica, en la que tuvo que redoblar esfuerzos debido a la pandemia del Covid-19, para llegar a la meta, el originario de Agua Prieta, Sonora, obtuvo su recompensa, luego de que el pasado 30 de junio se hizo oficial su clasificación a la justa vía ranking de la World Athletics, al posicionarse en el lugar 32 de su especialidad.
«Vine a Alemania con el objetivo de clasificar a Tokio y lo logré. Es la razón por la que estoy aquí y por la que dejé a mi familia; si no hubiera calificado habría venido en vano. Ahora tengo que cerrar con broche de oro«, dijo.
El fruto del trabajo de Rivera Morales, no sólo lo tiene clasificado a Tokio 2020, sino que además llegará con un récord mexicano en la bolsa, el cual se adjudicó el pasado 2 de junio en Eslovaquia, donde obtuvo la medalla de oro con una marca de 2.31 metros, lo que lo mantiene con buenas sensaciones rumbo a su participación en la capital japonesa.
«Me sigo preparando para poder llegar en óptimas condiciones a Tokio, se va a poner muy interesante la competencia, nada me haría más feliz que representar a México de la mejor forma posible», comentó.
Reconoció que Wolfgang Ritzdorf ha sido clave su carrera: «La filosofía de mi entrenador, la confianza que me da y la que yo le tengo es lo que me ha hecho más fuerte, el trabajo en equipo, la constante determinación y mentalidad; hay que tener la motivación renovada, borrón y cuenta nueva, no importa el pasado, esta es la buena, tener una buena energía con el coach es fundamental, ambos creemos en este proyecto y me ha demostrado que cree en mí y eso me ha ayudado para poder seguirme desarrollando», aseguró.
FOTO:
Edgar Rivera. CONADE