La peña taurina Mal de Montera, el consulado de Perú en Guadalajara, el coso charro taurino Ignacio Zermeño Padilla, Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana y la empresa Espectáculos Monterrey, realizaron un magno homenaje a la memoria de la rejoneadora Conchita Cintrón “La Diosa Rubia del Toreo”, misma que también toreaba a pié.
La serie de actos a los que asistieron los hijos de la torera: Fernando y Mafalda Costello Cintrón (quienes viven en tierra lusitana) incluyó la presentación del libro llamado Conchita Cintrón en el Perú, de la autoría de Dikey Fernández Vásquez, el cual está disponible de manera gratuita en la plataforma de Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana: https://fcth.mx
Conchita Cintrón nació en Chile, un 9 de agosto de 1922. De acuerdo al diario español ABC, ahí conoció a su maestro Ruy da Cámara, en la Escuela de Equitación, que luego se convirtió en cónclave taurino.
En enero de 1936, se organizó en la plaza de Acho un festival benéfico con becerros de media casta. La niña, de 14 años, llenó la plaza y cautivó con la colocación de rejoncillos. El matador mexicano Chucho Solórzano, contratado en Lima, conversó con Ruy da Cámara para que se presentase en México.
Entre 1939 y 1943 sumó 211 corridas en tierras mexicanas, al estoquear 401 toros. Alternó con lo más selecto de nuestra torería: Armillita, Lorenzo Garza, El Soldado, Procuna, Silverio Pérez, Solórzano. Pisó también las plazas de Quito, Bogotá, Medellín, Caracas y Lisboa.
En 1950 concluyó su carrera. Escribió dos libros: Recuerdos y ¿Por qué vuelven los toreros? Murió en 2009 en su domicilio de Lisboa, Portugal, a punto de cumplir noventa años de edad, a causa de un paro cardíaco.
FOTO: CORTESÍA René DESTHOMAS