Marysol Fragoso Sosa

José Sainz obtiene valiosa oreja en La México

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En la Monumental Plaza México dio inicio la Feria de la Primavera con una novillada nocturna en la que el José Sainz cortó el único apéndice del festejo al eslabonar una faena en la que destacó por su clase y temple al aprovechar un buen ejemplar de la dehesa San Constantino, que a la postre recibió los honores del arrastre lento. Sus alternantes Christian Iván López y el español Manuel Perera  estuvieron esforzados ante lotes muy complicados de la ganadería titular Santo Toribio.

El potosino José Sainz ha vuelto a la escena taurina por sus fueros, luego que estos quedaron en puntos suspensivos debido a graves lesiones, así como por el prolongado parón a consecuencia de la pandemia. Su vocación y entrega se mantienen tan intactas como desde las primeras presentaciones que tuvo en los ruedos, aunque, ahora, suma madurez, experiencia, pero en especial, acrecentósul hambre de triunfo. La actividad que ha tenido en el campo, al lado de matadores con alternativa, ha sabido aprovecharla para presentar al público capitalino una gran versión de sí mismo. 

El panorama que enfrentó de primera intención no era halagüeño, pues el segundo toro de la noche se partió el pitón, al dar una vuelta de campana. Al siempre incómodo trámite de cambiar el ejemplar, tuvo que agregar el de una noche que empezaba a tornarse fría; por lo que debió volver a centrar a la gente en la faena y lo hizo en base a verónicas y chicuelinas, con las que calentó el ambiente.

Su inicio con la muleta fue explosivo, pues la entrega con la que toreó de rodillas, fue muy bien recibido por los aficionados del máximo coso del país, quienes siempre saben  corresponder a los toreros que apuestan fuerte. Aprovechó la buena embestida del novillo de San Constantino para hacer una faena con estructura en la que destacaron las tandas con la mano diestra y más adelante, los naturales. Despachó rotundamente al primer viaje. El quinto no le proporcionó opciones, sin embargo, siempre estuvo en la línea de fuego.

El español Manuel Perera lidió al tercero, que acusó una molestía en una manita, por lo que tuvo que echar mano del oficio para salir avante; el sexto, fue el más áspero y remiso del encierro, se esforzó con inteligencia y disposición, pero no logró obtener dividendos. Christian Iván López, voluntarioso, aunque poco tuvo que escribir a casa ya que le correspondió un lote muy poco propicio para realizar el toreo.

La reseña fue: Christian Iván López: silencio tras aviso y silencio; José Sainz: oreja y palmas; Manuel Perera: silencio en su lote. Un tercio de entrada en noche fresca con pasajes de llovizna. Cinco novillos de Santo Toribio, de poco  juego; y uno de San Constantino (segundo), bueno, con arrastre lento.

FOTO: CORTESÍA HUMBERT

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