Entre el panorama tan complicado que vive nuestro país debido a la pandemia, a la crisis económica y el derrumbe de una parte de la construcción elevada de la línea 12 del metro, la noticia de que México ha logrado en la disciplina de clavados un total de doce de las doce plazas posibles para las competencias de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, equivale a encontrar un oasis en el desierto.
Sabe a Gloria ver la motivación con la que estos jóvenes atletas nacionales regresaron de Japón, disfrutando de la satisfacción del deber cumplido y de saborear las mieles del éxito, tras años de entrega, dedicación, disciplina y miles de horas de trabajo.
En el aeropuerto capitalino, este grupo de jóvenes expresaron su alegría por la meta conseguida, sin embargo, están conscientes de que en puerta les espera un desafío mayor: convertir esas plazas en medallas olímpicas este verano, cuando habrán de regresar a Tokio a volver a medirse con los y las mejores atletas de cada categoría a nivel mundial, en una competencia inusual debido a las medidas anti Covid-19; mismas que ya experimentaron en carne propia, durante este viaje express.
A nombre de esta delegación de triunfadores, habló Rodrigo Diego López, acerca de su desempeño en esta Copa del Mundo, en la cual pasó la ronda preliminar en la séptima posición en el trampolín 3 metros individual, donde obtuvo la plaza olímpica a México, mientras que en la semifinal se quedó detrás del británico Daniel Goodfellow y era una firme contendiente para pelear las medallas, sin embargo, en sus dos primeros clavados obligatorios de la final tuvo problemas con sus entradas al agua, por lo que terminó noveno.
“Me sentí muy bien al competir, a pesar del parón que hemos tenido por la pandemia en un año que ha sido muy duro. Tuve dos muy buenas competencias y fallé un poco en la final, pero fue una valiosa experiencia que nos ayudará para aprender rumbo a los JO de Tokio. Lo más importante es que la delegación logró doce plazas de doce disponibles y eso fue muy grande. Si ahora ya hicimos historia en conseguirlas tenemos que seguir haciéndolo para convertirlas en medallas olímpicas”, manifestó este clavadista originario de Guadalajara, Jalisco, donde nació el 2 de diciembre de 1996.
“Debido a la forma en que se compite ahora, parece que no fuimos hasta Japón, pues fue: avión, hotel, alberca y de regreso; el aire de Tokio no nos dio, pero debemos adaptarnos lo más pronto posible. Nos costó adaptarnos al cambio de horario y el de la comida, pues siempre nos dieron ‘comida de aeropuerto’ y era muy pesada. Tal vez la próxima vez podamos llevar nuestra propia comida. Lo positivo es que esta experiencia nos sirvió para empezar a adaptarnos a lo que será la forma de competir en los JO”.
Por otra parte, en esa misma Copa del Mundo tras haber conseguido la plaza olímpica para nuestro país en la plataforma de 10 metros individual, Randal Willars no se conformó con ello y se enfocó en subir al podio en la final, lo cual logró la presea de plata y cerró por todo lo alto su participación.
A su arribo apuntó: “Estoy contento por conseguir la plaza en individual y sincronizado junto a Iván García, también muy contento con el resultado, con la forma en la que me desenvolví en mis clavados Ya era un año sin poder competir por el tema de la pandemia y es padre estar regreso en las competencias, y ahora este resultado me motiva bastante para seguir mejorando las puntuaciones y seguir en la pelea”.
Cabe destacar que Randal e Iván tuvieron que hacer pareja en la Copa del Mundo tras la lesión de Diego Balleza unos días antes de que el equipo partiera a Tokio, por lo que determinaron que seguirán compitiendo juntos.
“Aunque estuvimos muy aislados, no tuvimos chance de conocer algo y nos hacían pruebas PCR casi a diario, me siento muy orgulloso que como delegación mexicana se diera un paso al frente tan importante, estoy orgulloso de mis compañeros, pues cada quien hizo su trabajo correctamente. Ahora, por el bien del deporte en nuestro país debemos convertir esas plazas en doce medallas olímpicas”, concluyó.
Por el binomio formado por Yahel Castillo y Juan Celaya, quienes terminaron en el octavo sitio con 380.49 puntos en sincronizados tres metros, Castillo afirmó: “Viene en el avión hablando mucho con los entrenadores pues esperábamos un mejor resultado, ya que iba muy bien, pero cometí un error en el último clavado. En general al competir nos sentimos muy pesados, pues allá estamos a nivel del mar y siento que nos faltó más tiempo para adaptarnos. No es excusa, por ese, el martes regresaremos a entrenar al CNAR con mayor intensidad para tener mejores logros”, terminó.
LAS MUJERES PROMETEN TRABAJAR DURO PARA MEJORAR
Hace unos días las clavadistas Paola Espinosa y Melany Hernández, juntas dejaron México para viajar con destino a la Copa del Mundo de Clavados en suelo asiático donde lograron un desempeño que las dejó en noveno lugar de trampolín 3 m en clavados sincronizados.
Este viernes regresaron a nuestro país. Paola no se detuvo a hablar con los medios y apenas accedió a que le tomaran una fotografía, ya que quería llegar lo antes posible a ver a su pequeña hija Ivanna. Mientras que Melany señaló que ya que ambas habían logrado la plaza olímpica hace tiempo, para ellas, ésta competencia se trató de: “Una etapa más de preparación y para ver el nivel que tienen las otras competidoras a las que nos podríamos enfrentar en los JO de Tokio. Fue notorio que dos potencias como Rusia y Australia se quedaran fuera de la justa. Vamos a trabajar juntas, muy fuerte, pues estamos seguras que podremos ganar una medalla”.
Además, dijo que de inmediato se concentrarán para participar en el selectivo nacional que se realizará tentativamente, el próximo 27 de mayo.
También llegaron a México, como parte de la delegación de clavados Gaby Agúndez y Montserrat Gutiérrez, quienes obtuvieron el séptimo sitio en plataforma 10 m individual
FOTO: CONADE