Este sábado 17 de diciembre, los diestros mexicanos Manolo Ureña “El Indultado” y Mario Escobedo «El Regio», dejaron de existir en sus respectivos lugares de residencia.
“El Indultado” contaba con 81 años y residía en Puebla, en los últimos años padeció problemas derivados de una vieja cornada en el muslo derecho, la cual sufrió en Ciudad de Ciudad Juárez, Chihuahua, en el año de 1964. El año pasado quedó incapacitado en una silla de ruedas.
Manuel Espinoza de los Monteros Ureña, originario de México, Distrito Federal, nació el 26 de febrero de 1941. Su coloquial apodo en el medio taurino se debe a la cornada que sufrió en la placita de San Francisco Zapotitlán, Guatemala, el 24 de diciembre de 1960, donde un toro le arrancó de tajo una oreja y fue a partir de entonces que comenzaron a apodarlo en el medio taurino como «El Indultado».
El 24 de mayo de 1964 se presentó en la Plaza México con el novillo “No te entumas” de la ganadería de Heriberto Rodríguez. Alternó con José Antonio Enríquez y Carlos Peña “Peñita”. Tomó la alternativa el 29 de septiembre de 1968, en Yahualica, Jalisco de manos de Joselito Huerta y como testigo Jesús Solórzano, con toros de San José de Buenavista.
Su apasionada y romántica vida como maletilla y torero de enorme vocación, fue motivo de inspiración para que la escritora María Elena Gómez Mondragón, ya acaecida, escribiera su vida a través de su libro llamado Manolo Ureña “El Indultado”, que por su gran éxito salió a la luz pública por más de 10 años, en cinco ediciones.
Por otra parte, el matador Mario Escobedo murió a los 66 años de edad, a consecuencia de cáncer. Escobedo, también conocido como «El Regio», fue uno de los nombres destacados de la década de los 70 hasta su retirada de los ruedos mediada la siguiente década.
Nuestras más sinceras condolencias a sus respectivos familiares. Descansen en paz.
