A un mes de haber resultado gravemente herido, el matador André Lagravere “El Galo”, reapareció en una plaza de toros, justamente en dónde aprendió el abc del toreo: en la Monumental de Mérida, Yucatán, donde debió pasar por una exigente aduana, toda vez que los toros de la ganadería Real de Saltillo que le correspondieron en suerte fueron complicados, aunque de no haber sido por la severidad del juez de plaza que desoyó la petición de oreja que tuvo con el tercero de la tarde, habría cortado una oreja, en lugar de únicamente haber dado vuelta al ruedo.
En cambio, sus alternantes sí tocaron pelo. El experimentado Uriel Moreno “El Zapata” tuvo una tarde en la que destacó su voluntad de triunfo para obtener un balance final de palmas y oreja. El triunfador máximo fue el matador venezolano Jesús Enrique Colombo quien se llevó el gato al agua al cortar oreja y dos orejas, a los toros lidiados como tercero y sexto turnos, pertenecientes a la ganadería mexiquense propiedad de Carlos Peralta.
“El Galo” porfió mucho en una faena al segundo toro del encierro, en la que consiguió hacerlo pasar, aunque en un principio era remiso a la muleta. Lo despachó de una estocada. Tuvo petición de oreja, pero el juez se negó a otorgar el apéndice, por lo que recibió la bronca del público que registró dos tercios de entrada. André dio vuelta al ruedo.
El quinto ejemplar no presentó opciones al torero de casa. Fue el lunar del encierro, no obstante lo lidió y remató de estocada que tardó en hacer efectos, por lo que recibió un aviso antes de descabellar. Se retiró en silencio.
Por otra parte en la tradicional corrida por el natalicio de Benito Juárez en la plaza de Irapuato, Guanajuato, se lidió un encierro de la ganadería Rancho Seco, propiedad de don Sergio Hernández González.
Este fue despachado por los matadores Leo Valadéz (palmas y dos orejas), Diego San Román (saludos en el tercio y palmas) y Miguel Aguilar (palmas en su lote). Leo Valadéz paseó los apéndices de cuarto toro, en compañía de los ganaderos Sergio Hernández González y Sergio Hernández Weber.
En la plaza de toros hidalguense de San Gabriel se registró lleno a reventar. Se lidiaron cuatro toros de la ganadería tlaxcalteca Atlanga, propiedad de don Emilio Rodríguez.
Estos fueron lidiados por Angelino de Arriaga; ovación y dos orejas. Cabe señalar que al ejecutar el primer par del tercio de banderillas de su segundo toro, resbaló en la cara del astado y fue arropado de fea manera, sin consecuencias; y, Lorenzo Garza oreja y ovación.
Finalmente en la plaza Alejandra, de Durango, ante novillos de Puerta Grande, torearon: Ricardo Leos, oreja; Alejandro Reyes, ovación; Jasiel Morales, palmas; Juan Francisco “Papo”, palmas; y, Eduardo Sebastián, vuelta al ruedo.
