Marysol Fragoso Sosa

Ventura y su ahijado, por la Puerta Grande en Valladolid

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Con el corte de dos orejas al toro abreplaza, Diego Ventura salió en hombros de la afición vallisoletana al término de la primera corrida de feria en la que otorgó la alternativa a Sergio Pérez, quien lo acompañó en el triunfo, luego de cortar una oreja en cada astado; ante el testimonio de Guillermo Hermoso, quien se llevó un apéndice.

Con este nuevo éxito Diego suma treinta puertas grandes en 37 tardes toreadas en lo que va de su presente campaña europea. En esta temporada del 25 aniversario los datos hablan por sí solos y expresan la dimensión que sigue dando en un año que está siendo de absoluta plenitud.

Ahora, en Valladolid le tocó medirse a un par de toros de diferente juego: muy bueno y bravo el primero, con el que estuvo sencillamente cumbre; y con menos prestaciones el segundo, al que, a pesar de todo, también cuajó salvo con el rejón final. Pero en el aire quedó prendida la certeza de la maestría, de la frescura, de la aureola deslumbrante que le envuelve y que destila.

La faena ante su primer toro de San Pelayo fue redonda, compacta, incontestable. Desde el recibo, tan templado, tan torero, tan acariciando para amoldar y mejorar la entrega enrazada del murube. En banderillas, desplegó un manual de toreo a caballo moderno a partir de dos máximas: el temple, que es hacer el toreo muy despacio, y el ajuste milimétrico en los embroques para preñarlos de pureza y ejecutar las suertes en lo más alto de su dimensión.

Lo primero lo derramó en el toreo de costado, pulseando y reteniendo en su mando el son tan uniforme del astado de San Pelayo: pura hilazón entre ambos. Lo segundo, lo desplegó en los quiebros tan absolutamente precisos y al borde ya del precipicio y en la manera de quedarse en la cara del cuatreño, de torear en círculo con la cara del caballo metida entre los pitones, ofreciendo los pechos, adueñándose por entero de la voluntad del toro. Tras las cortas al violín, cobró un rejón final a la altura de todo el conjunto y ya descerrajó la Puerta Grande de Valladolid.

Le tenía cortadas las orejas también a su segundo, que fue tan diferente al anterior, pero al que, aun así, se impuso también desde la máxima de llegarle mucho a la cara y provocar los encuentros, que tuvieron por momentos un aire de cara o cruz. Pero la autoridad y suficiencia de su oficio y de su momento le valió para imponerse a las condiciones del toro, al que, precisamente por ellas, bordó en las distancias más cortas en un puñado de quiebros de nuevo apurados al límite. Se le torció el acierto con el acero y eso enfrío el ambiente, aunque se le pidió la oreja.

Sergio Pérez, que recibió la alternativa, cumplió las expectativas y paseó una oreja de cada toro de su lote. Tras una faena llena de temple al segundo toro que fue de más a menos y luego otra llena de variedad al sexto.

Guille Hermoso con un buen toro del hierro de Carmen Lorenzo, cortó un apéndice y con el quinto, de San Pelayo, sólo el falló con el rejón de muerte le privó de un trofeo. Fue ovacionado.

Ficha del Festejo:

Ficha

MIÉRCOLES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2023.

Valladolid, España. Primera corrida de feria. Dos tercios de entrada. Toros de El Capea, San Pelayo y Carmen Lorenzo (tercero),.

Diego Ventura: dos orejas y ovación.

Guillermo Hermoso de Mendoza: oreja y ovación.

Sergio Pérez: oreja y oreja.

INCIDENCIAS: Sergio Pérez tomó la alternativa.

FOTO: Diego Ventura oficial

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