Marysol Fragoso Sosa

Juan Pedro Llaguno, dos orejas; gran encierro de Caparica, en La México

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En la Monumental Plaza México, el queretano Juan Pedro Llaguno le mostró al mundo que es un novillero consumado y ratificó el gran futuro que tiene en la profesión que eligió, donde la preparación que empezó hace largo tiempo, como becerrista, así como su paso por las filas de novilleros sin y con picadores, ahora rinde sus mejores frutos, toda vez que la faena que realizó al segundo astado, con la que cortó dos orejas, tuvo un valor de muchos kilates.

El estupendo encierro de Caparica que se lidió durante la tercera novillada de La Reapertura puso la nota grande a la tarde, ya que fue evidente que Roberto Viezcas, eligió por nota a los ejemplares que formaron el armonioso encierro, para hacer un callado pero evidente homenaje a sus socios, los hermanos Muñoz Cano: Julio y Manuel, fallecidos a consecuencia de Covid-19.

El resultado para la dehesa mexiquense fue arrastre lento para los enclasados primero y segundo, así como para el bravo sexto; y palmas para el estupendo tercero. Los otros dos dejaron estar.

Juan Pedro Llaguno realizó con el segundo, un trasteo completo, donde se expresó con naturalidad, afloró su carisma y sus grandes cualidades como torero. Siempre variado fue sorprendiendo a los aficionados con su sello al torear con capote, para colocar banderillas y engarzar las tandas de muletazos por ambos pitones, donde, los pasajes por la derecha fueron los más destacados, debido al trazo largo y a la profundidad que logró con ellos. Terminó de estocada, para cortar las dos orejas, entre gritos de ¡torero, torero! Fue tal la entrega del público que tuvo que dar dos vueltas al ruedo para pasear loa apéndices.

Con el quinto, que tuvo más teclas que tocar y lo hizo con pleno conocimiento de causa. Tras una brillante ejecución de lances y banderillas (por las que dio vuelta al ruedo), ligó muletazos de rodillas, para dejar claro que iba por otro triunfo. Ya en pie, ligó tandas, gracias a un estupendo pulseo de muleta. De no haber pinchado un par de veces ante de rematar al novillo, habría cortado otra oreja. Fue ovacionado, en el tercio.

El mejor lote fue para José Alberto Ortega, con el tercero se quedó por debajo de las buenas condiciones del toro y ante el bravo sexto, providencialmente se salvó de sufrir una grave cornada, aunque recibió una paliza, de la que se levantó para torear con enjundía y cortar una oreja.  Al cierre, salió en ambulancia para ser revisado por los médicos.

José Miguel Arellano lució su buen toreo, estuvo digno y alcanzó pasajes de calidad ante ambos novillos, pero perdió el rumbo con la espada y recibió avisos.

El balance final fue: tercera novillada de La Reapertura. Aproximadamente 3 mil personas. Novillos de Caparica, con arrastre lento a primero, segundo, y sexto, así como palmas al tercero. José Miguel Arellano, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos; Juan Pedro Llaguno, dos orejas y ovación en el tercio; y, José Alberto Ortega, silencio tras aviso y oreja:

La mejor faena novilleril vista hasta ahora en La México, la ejecutó Pedro Llaguno. / FOTO: LA PLAZA MÉXICO

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