La corrida que puso punto final a la temporada en la plaza Las Playas de Tijuana, trajo para Fauro Aloi la satisfacción de haber cuajado un gran toro de la ganadería San Isidro, sin embargo, no lo remató con el acero y lo que sería un triunfo clamoroso para este joven rejoneador concluyó en una ovación en el tercio.
Aloi recibió al ejemplar criado por don Francisco Guerra, con seguridad y lo paró con buen estilo, luego le colocó un único rejón de castigo. Cuando toreaba a la grupa, a lomos de “Atila”, este corcel fue alcanzado por el bravo ejemplar que le propinó una cornada en el muslo izquierdo de aproximadamente 20 centímetros de extensión.
Tras el cambio de cabalgadura, Fauro realizó una faena completa y variada al aprovechar la calidad del astado. A lomos de “Aramís” clavó tres banderillas, una de las cuales fue al violín.
Los Forcados de Turlock concretaron la pega al segundo intento, tras lo cual, el rejoneador capitalino concretó dos banderillas cortas, al relance. La hoja de peral quedó caída por lo que echó pie a tierra y remató al ejemplar al segundo golpe con el descabello.
El balance final fue: Toros de San Isidro, buenos, con arrastre lento al cuarto; el rejoneador Fauro Aloi, saludos en el tercio, junto con los Forcados de Turlock; Alfredo Ríos «El Conde», dos orejas y oreja; José Mauricio, vuelta tras petición en su lote; y, Diego Silveti, dos orejas y silencio.
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