El inicio de la temporada taurina para el rejoneador Javier Funtanet en la plaza Wiliulfo González, de Apizaco, Tlaxcala, fue de primer nivel, en el aspecto técnico, pero sobre todo en el artístico.
Inspirado en el debut que tuviera su abuelo don Eduardo Funtanet Martín, durante 1974, en ese coso tradicional de la geografía tlaxcalteca; ahora, el más joven de esta dinastía de toreros de a caballo, salió inspirado al ruedo para cuajar una faena de alto valor ante un buen ejemplar de la ganadería poblana Zacatepec, al que cuajó de principio a fin.
Javier lució desde el primer tercio al torear con seguridad en los terrenos que pisó el novillo. Esos primeros pasajes de la lidia fueron clave para que la labor fuera a más, por lo que durante el segundo tercio, Javi ejecutó unos ceñidos y espectaculares quiebros. Continuó toreando con temple a milímetros del astado.
Los Forcados Amadores de México concretaron una buena pega al primer intento, para que Funtanet retomara sus acciones con una brillante colocación de banderillas al violín. Tras haber colocado el rejón de muerte, el toro tardó en doblar por lo que el joven rejoneador tuvo que echar pie a tierra para descabellar al primer viaje. Fue ovacionado en los medios con fuerza, en esa acción lo acompañó el cabo del grupo de forcados.
Se lidió un encierro de la ganadería Zacatepec, propiedad de la familia Muñoz, ubicada en San José de Chiapa, Puebla; cuya divisa está integrada por los colores rojo y gris plomo. Los novillos se dejaron torear, el cuarto fue premiado con arrastre lento y los ganaderos dieron vuelta al ruedo.
Los novilleros de a pie obtuvieron en siguiente balance: Ulises Sánchez, silencio; Enrique De Ayala, vuelta; el veterano Rodrigo Ortíz, dos orejas, con el mejor astado que recibió arrastre lento; y la señorita torera Luz Elena Martínez, silencio. El festejo se llevó a cabo bajo la modalidad de aforo restringido debido a las medidas sanitarias que se mantienen contra el Covid-19, en el estado de Tlaxcala.
FOTO: PRENSA FUNTANET