Noche redonda de Diego Ventura en San Luis Potosí con un balance de cuatro orejas, lo cual define la dimensión de su actuación. Ambas faenas fueron un derroche de ambición, ya que encuentra toro en todos los terrenos y en todas las circunstancias. Sus alternantes: a caballo Andy Cartagena; a pie Leo Valadez y Arturo Gilio, realizaron faenas con estructura y calidad, pero perdieron las orejas al no estar certeros con la espada.
Muy poco le ayudó el primero de su lote, a pesar de lo cual, Diego Ventura “se inventó” una faena de toreo total y máxima entrega que a nadie dejó indiferente, pues el toro, remiso y sin emplearse, obligó al rejoneador a llegarle mucho para provocar sus embestidas. En la monta de “Fabuloso”, enceló al ejemplar de Villa Carmela, a partir de esa estrategia de cercanías y pulso milimétrico logró templar hasta el límite.
Llegó el susto al resbalar el caballo y caer del mismo, por fortuna, Ventura, que salió del envite más espoleado para disparar entonces el nivel de intensidad de su trasteo y, con ello, la definitiva conexión con el tendido.
El torero de La Puebla del Río no dudó en lanzar una y otra vez, al citar muy en corto en quiebros espectaculares de riesgo indudable. Sacó entonces a “Bronce” para conquistar esos terrenos del toro inciertos siempre, toreándolo por la cara, metido entre los pitones.
Dejó un gran par a dos manos sin cabezada que hizo de la plaza una caldera. Un prodigio de doma y de compenetración con el caballo. La rúbrica fue de una ligazón inapelable al clavar las cortas con Fado antes de recetar un rejón fulminante que fue el mejor corolario a una faena a fuego de ley premiada con las dos orejas.
El mismo doble premio obtuvo en su segundo, un toro que sí tuvo más motor y celo en el primer tercio. Un comportamiento más encendido que Diego Ventura domeñó con “Joselito”. Ya en banderillas, sobó cada embestida, preparó cada embroque en sus tiempos justos con “Velásquez”, llegando muy a la cara para clavar y luego llevarse al toro embebido en su mando para torearlo de costado por dentro.
Con “Bronce”, eliminó por completo el concepto de los espacios, en una batida precisa como reloj suizo para hacer las suertes de manera inmaculada. Detuvo el tiempo Diego toreando por la cara, metido entre los pitones, pasándoselos muy despacio por los pechos una y otra vez antes de coronar tamaño despliegue de capacidad con un gran par a dos manos sin cabezada.
De nuevo puso con “Fado” el broche perfecto, por ligado en su ejecución y por cómo sostuvo el nivel de conexión con la gente. Y con otro gran rejón final certificó una corrida soberbia.
FICHA
SÁBADO 11 DE FEBRERO 2023
San Luis Potosí. Plaza El Paseo-Fermín Rivera. Tres cuartos de entrada. Toros de Villa Carmela y Xajay (9o., regalo)
El rejoneador Andy Cartagena: Silencio y palmas.
El rejoneador Diego Ventura: Dos orejas y dos orejas.
Leo Valadez: Ovación, silencio y ovación en de regalo.
Arturo Gilio: Ovación en su lote.
INCIDENCIAS: Arturo Gilio toreó con una lesión latente en el maguillo rotatorio del hombro derecho, como consecuencia del golpe sufrido durante la corrida que toreó el pasado 5 de febrero en la plaza «Nuevo Progreso» de Guadalajara.
FOTO: CORTESÍA PRENSA DIEGO VENTURA