Marysol Fragoso Sosa

Oreja para Rodrigo Ortíz, en la Plaza México

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La enorme actitud al sacar partido del quinto ejemplar de La Playa, mismo al que despachó de impactante y efectiva estocada, le mereció el premio de una oreja para el novillero Rodrigo Ortiz «Pólvora», en la Plaza México, durante el segundo Festejo de Primavera, con lo cual se alzó como triunfador.

Juan Querencia debió haber cortado un apéndice del primero, pero al tirarse a matar, saliéndose de la suerte en varias ocasiones, terminó por escuchar dos avisos, mientras que el español Jorge Martínez  solventó con oficio la papeleta de haber enfrentado un lote como pocas posibilidades, con el que resultó prendido en varias ocasiones.

La novillada empezó con buen talante, pues el primer astado de La Playa contó con gran calidad, nobleza, recorrido y fuerza, cualidades que fueron aprovechadas por Juan Querencia hijo para lucir desde que se presentó ante el público capitalino con un templado toreo de capa.

Tras el brindis a su padre, el matador Juan Querencia, el joven queretano echó rodillas en tierra para ligar un par de muletazos. Ya en pie, cuajó las primeras tandas a media altura y conforme avanzó su labor fue ajustándose con el burel y bajando más la mano para hacer brillar el toreo de clase, en tandas que estuvieron marcadas por la suavidad, la despaciosidad y el trazo largo.

Fue una preciosa faena con la mano diestra, que no aseguró con la espada, pues fue hasta el cuarto viaje y el empleo del descabello que hizo doblar a su gran colaborador, luego de haber recibido dos avisos.

El cuarto novillo fue más deslucido y Querencia le mandó a asestar dos largos puyazos, por lo quue el animal se quedó con muy poquita fuerza; decisión que le fue recriminada por los aficionados. Querencia citó a distancia y cuando el ejemplar acometía lo hizo defendiéndose, por lo que este lidiador optó por abreviar ante la molestia del respetable que lo pitó.

Rodrigo Ortíz “Pólvora” tuvo muy poca tela de donde cortar a lo largo del festejo, ya que el segundo fue un animal que salía suelto, pero la disposición que demostró al intentar sacarle pases y poner toda la emotividad que le hizo falta a su enemigo, al pisarle terrenos de cercanías, con aguante, le gustó a la asistencia. No estuvo certero con la espada, pero dejó buen sabor.

Ante el quinto, volvió a estar por encima del novillo. Con paciencia ante el astado que calamocheaba y le propinó al inicio del trasteo una serie de  desarmes, fue logrando encauzar la embestida, hasta que el toro se entregó para permitirle ligar naturales de muy buena factura. Esta vez, tomó el estoque y se fue de frente, con gran valentina y verdad sobre el morillo. La estocada fue al encuentro y de rápido efecto, por lo que tuvo petición mayoritaria de oreja que fue concedida por el juez de plaza.

Como tercero en el cartel apareció el español Jorge Martínez que firmó un buen debut en nuestro máximo coso mexicano, tal vez no cortó apéndices, pero dejó en claro la determinación que tiene por abrirse paso en esta profesión.

Su primero fue un precioso toro cárdeno claro, que se revolvía muy pronto y le buscaba los tobillos. Apenas se confiaba el nurciano al torear con la muleta, cuando resultó prendido, pero salió avante con agilidad. Por ello decidió torear en la línea, aunque ante la insistencia de un sector que le gritaba que se cruzara, lo intentó y volvió a ser prendido; el novillo fue más certero esta vez y lo enganchó por la pantorrilla derecha. Jorge volvió a ponerse en el sitio y  ligó tandas, unas más redondas que otras, pero con una gran honestidad. Volvió a ser volteado cuando iba a tirarse a matar. El público le premió con sonoras palmas.

El sexto y último novillo de la noche fue áspero y tiraba derrotes, Martínez le plantó cara y lo cambió de terreno en un par de ocasiones, en la búsqueda por obtener alguna tanda de pases, pero ante la nula participación del socio, optó por tirarse a matar. Utilizó el descabello y recibió palmas y un aviso.

El balance final fue: Segunda Novillada de los Festejos de Primavera. Un cuarto de entrada del numerado. Novillos de La Playa, que cumplieron en presencia, de juego desigual, excepto el primero, que fue bueno. Pesos: 443, 434, 430, 454, 477 y 436 kilos.

Juan Querencia (negro y oro): silencio tras dos avisos y protestas.

Rodrigo Ortiz «Pólvora» (blanco y oro): silencio tras aviso y oreja.

Jorge Martínez (azul marino y oro): palmas y palmas tras aviso FOTO: CORTESÍA HUMBERT

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