La segunda corrida de la temporada en la Plaza México concluyó con la entrega de una oreja a Sergio Flores que ejecutó una faena de raza al cuarto toro; mientras que el sevillano Borja Jiménez ejecutó dos magníficos trasteos de corte diferente: el primero artístico y el otro de enjundia, en la tarde de su confirmación del doctorado, donde, dejó escapar dos apéndices al no estar fino con la espada.
Un entregado Miguel Aguilar nos dejó ver su faceta lidiadora ante el tercero; sin embargo, con el último toro de San Constantino, que desentonó con el trapío de sus otros cinco hermanos, la gente poco le tomó en cuenta su gran labor. El primer toro recibió arrastre lento y el quinto palmas en el arrastre, entre el encierro de la ganadería propiedad de Juan Pablo Corona.
Abrió la corrida Borja Jiménez, quien regresó al máximo coso mexicano, luego de doce años, ya que, durante su debut con picadores en esta arena, había cortado una oreja por una muy buena actuación. En este 2024 dejó en claro que también está dispuesto a defender de este lado del Atlántico su título de triunfador de la Feria de San Isidro en Madrid y de Bilbao, entre otras; así cómo lo consiguió recientemente en Perú y Ecuador.
Su disposición al triunfo fue evidente desde que se abrió de capa para regalar a los aficionados un ramillete de verónicas y de chicuelinas en los que destacó el reposo al bravo toro de San Constantino, llamado “Triunfador” y que hizo honor al nombre pues a la postre fue premiado con arrastre lento por su calidad.
Borja se sujetó de la barrera para ejecutar la primera tanda de muletazos. Luego se fue a los medios para torear por ajustados derechazos y en la segunda tanda de estos, el toro lo trompicó y se salvó de ser herido. La faena subió de tono cuando ejecutó largos y sentidos naturales para encauzar las claras y lentas embestidas de su gran colaborador. Jiménez siempre se desenvolvió con clase por lo que convenció y cautivó al público, aunque éste se desencantó cuando falló varias veces con la espada y dejó escapar el triunfo.
Los asistentes siguieron con interés su planteamiento ante el quinto astado, con el cual se inspiró al emplearse con el capote. Debió sobreponerse a una pésima lidia en banderillas que generó desorden en el ruedo y protestas en el tendido. Se plantó en la boca de riego, citó al burel que se arrancó lenta, pero directamente desde tablas y le asestó una combinación de cambiados por la espalda y pases con la mano diestra que remató con un doble pase de pecho.
Se dio a torear por ambos pitones con clasicismo y emotividad. El astado se fue a tablas y también ahí le sacó partido para luego regresarlo al tercio donde obtuvo pases de vuelta entera. Realizó una estocada recibiendo, pero está no fue suficiente para hacer doblar al toro. Debió emplear el descabello en varias ocasiones antes de concluir definitivamente, por lo que únicamente dio vuelta al ruedo.
Sergio Flores venía precedido de una Puerta Grande, con el corte de cuatro orejas, en Ciudad Juárez y ese fue el motivo para salir espoleado. El segundo toro contó con calidad, pero resultó medido de fuerza. Flores lució con el capote y luego tuvo que forzarlo a embestir poniéndose en el sitio donde se gestan la cornada; ahí lo aguantó sin duda alguna para llevar el trasteo al alza. Terminó con media estocada tendida y un golpe con el descabello. Se retiró en silencio.
El cuarto toro se tornó remiso para embestir, aunque Flores lo obligó a tomar el engaño una y otra vez en base a darle tiempo y sitio, hasta que, con ese oficio, consiguió sacar su fondo de bravura para, a partir de ahí, ligar tandas por ambos pitones que remató con imaginativos adornos. Luego de una serie de bernadinas dejó media estocada, tuvo petición nutrida y se le concedió una oreja, que un sector del público protestó.
Miguel Aguilar sorteó el lote que incluyó al toro más pesado del encierro, el tercero con 533 kilos, así como al de menos tonelaje, el sexto, con 483. Esos 50 kilos de diferencia pesaron en contra de este joven y prometedor torero, quien en la actualidad ha recibido pocas oportunidades de torear en los cosos de provincia.
Ese tercero, sin transmisión y poca fuerza, se aplomó muy pronto; y, aunque es un lugar común, nunca tan verdadero como en esa ocasión, utilizar la frase: “no le brindó opción alguna”, por lo que a pesar de su esfuerzo, debió despachar y pasar inédito.
Cuando salió el último del encierro, que contó con movilidad y nobleza, Miguel lo recibió con una larga cambiada de rodillas y un quite por gaoneras con buen gusto. Entonces, un grupo de personas empezó a dar voces y protestar por la diferencia de trapío en relación con los otros toros. Consiguieron cambiar el buen ambiente y ponerlo en contra del torero; las cañas se convirtieron en lanzas y cuando Aguilar tomó la muleta, pocos entraron al ritmo de su meritoria faena.
Con una estocada entera, aunque trasera, el torero puso punto final a su participación, ante ese toro que vendió cara su muerte ya que se negaba a doblar. Paradójicamente, el público que lo había rechazado desde su salida al ruedo, terminó ovacionándole. Aunque para el diestro hidrocálido fue injusto y la peor parte de la valoración de su muy digna faena.
FICHA
DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DE 2024.
Ciudad de México. La Plaza México. Segunda corrida de la Temporada Grande. Aproximadamente 10 mil personas en tarde soleada, pero fresca.
Toros de San Constantino, entre los que sobresalieron el primero, premiado con arrastre lento y el quinto con palmas en el arrastre. Pesos: 518, 532, 533, 524, 531 y 483 kilos.
Sergio Flores (violeta y pasamanería negra):
Silencio y oreja protestada.
Borja Jiménez (blanco y oro),
Ovación tras aviso y vuelta tras aviso.
Miguel Aguilar (grana y oro):
Palmas tras aviso en ambos.
INCIDENCIAS: Borja Jiménez confirmó con el toro «Triunfador», número 681, negro, con 518 kilos, de la ganadería San Constantino. Cristhian Sánchez fue ovacionado en el tercio, tras colocar buenos pares de banderillas. Al término delpaseíllo, se brindó un minuto de aplausos a la memoria del banderillero Eduardo Kingston, fallecido la víspera.
Fotos: cortesía La Plaza México